Mayo, mes cruel o cosas a mejorar

OPINIÓN GP | FRANCISCO GONZÁLEZ GARCÍA | DESDE EL FONDO DE LA CÁRCEL

Cuando llega el mes de mayo los aficionados al futbol suelen ponerse muy nerviosos en particular si su equipo se juega algo importante, sea por arriba o por abajo. Es el mes en que se deciden los títulos nacionales o europeos y el mes en que se deciden los descensos. Este año nos ha tocado la de arena y llegado el mes de mayo, hemos descendido. Cierto es que a final de abril percibíamos que el descenso se acercaba y la reacción con la llegada de un nuevo entrenador nos hizo creer que la salvación podía ser un hecho. Hemos fenecido en la orilla. No voy a hacer ninguna crítica ni a los fichajes ni a los entrenadores, no se me diga que hago leña del árbol caído o se me diga que ahora es muy fácil la crítica. Los resultados están ahí.

Siento los colores y me duele el descenso como al que más. Podría consolarme recordando que hemos vivido mayos tan o mucho más crueles que este; cuando no entrabamos en liguilla para subir de aquella maldita 2b o de aquella demencial tercera en que los pueblos de la provincia clamaban contra el equipo. Aquello que a los más jóvenes les puede parecer la prehistoria ocurría no hace muchos años. De lo que no tengo consuelo es que los mayos más hermosos de las anteriores temporadas no las pude vivir en el campo por culpa de la pandemia. Y hagamos memoria corta: al empezar esta temporada no podíamos ir todos al campo y se sorteaban los accesos, luego había que ir con mascarilla y al final en los dos últimos encuentros ya ni se exigía. Las cosas han ido así de rápido o de despacio, según lo queramos ver.

Y ya digo, no entro en juzgar lo deportivo. Las cosas que ocurren en el campo y en los vestuarios son tan complejas y tan dependientes del azar, a veces, que sería osado por mi parte, un simple aficionado con mucho futbol visto, eso sí, entrar a juzgar, ni buscar culpables. La simple gestión de un grupo 25 personas, los jugadores por ejemplo, es tan compleja, algo de gestión de personas sí que conozco, que nada más tengo que añadir.

Sin embargo si quisiera hacer crítica, y sí la hago ahora, quizás antes con el equipo en posición delicada se me iba a decir que no ayudaba, de decisiones del club que no puedo entender y que creo deberían mejorarse. Son hechos que me han afectado como socio, digamos que como abonado (lo de socio en realidad ya es historia desde que los clubs son SAD). También soy accionista y ello tampoco es que me dé más prerrogativas pero al menos puedo decir que soy dueño del cero, como cero y alguna centésima parte del club; en fin una miseria frente al dueño real que posee más del 98% del capital de la SAD.

Y las críticas las hago en buena parte por desconocer a razón de qué se hacen las cosas de ese modo y no de otro, o al menos a razón de qué no se explican o no se informan en tiempo y manera. Ahora hay multitud de vías de información, aparte de las clásicas de prensa y radio tradicionales. ¿Para qué entonces el club nos pide un correo electrónico al sacar el abono o un teléfono móvil sin el cual ya sabemos casi nada se puede hacer en este mundo? ¿Para mandarnos solo publicidad de productos o para vender nuestros datos a quien corresponda en este mundo donde la información es oro?

Voy hacer crítica de la gestión poco clara y confusa que se realizó en los primeros partidos en casa cuando hubo que sortear los accesos. La información llegaba a unos y no a otros. Entiendo que fue una situación extraordinaria, nunca vista y que creó muchos problemas. Podemos disculparla, pero quisiera conocer si aquellos que no fuimos afortunados con los sorteos, se nos compensará en el abono próximo. Yo particularmente solo pude asistir a uno de los tres partidos en que se dio aquella circunstancia (recuerden Valencia, Betis y Real Sociedad, en agosto-septiembre de 2021).

Voy hacer crítica de la gestión que se hace con los partidos del equipo femenino. ¿A razón de qué se obliga a los socios a pasar por taquilla para sacar un abono o entrada (sin coste) para entrar al campo si vamos con nuestro carnet de abonado? Díganme que es necesario por las razones de control que quieran, me cuesta entenderlo, pero además en ese momento la taquilla está atendida por una sola persona que queda desbordada de trabajo. Resultado: cola, tiempo de espera y finalmente se opta por imprimir entradas del tirón para evitar el tumulto. Otra cosa es que por supuesto solo se habilita la zona baja de tribuna y sálvese el que pueda. Cosa similar ocurre con el Recreativo. Pero el trato al equipo femenino es claramente peor, no vamos a decir discriminatorio (aunque lo es). La conclusión para mí es muy clara: lo del futbol femenino sigue sin tomarse muy en serio, al menos en este club. Y recuerdo que el equipo femenino militó en primera y jugaba en el campo de la Federación. No pisó Los Cármenes hasta hace muy poco. Y cuando jugó este año, no había ni tablilla de tiempo añadido ni de cambios. Y se suspendió un partido y no tuvimos información alguna.

Y voy hacer crítica del acceso al estadio. No me refiero a las colas para cachear. Siempre podemos ir antes, siempre podemos poner más personas, siempre es mejorable. Todos podemos mejorar. No, es sobre ello. La cuestión es sobre el acceso a personas que llegan más tarde, digamos que tras el descanso. Hay una normativa aprobada por el club y que se encuentra impresa y colocada cerca de algunas puertas, no en todas, que indica que a falta de cierto tiempo ya no es posible acceder al campo ¿A razón de qué? ¿Por seguridad? ¿Se le puede prohibir a alguien que ha pagado su entrada y que es perfectamente identificable el acceso a un espectáculo? Y la razón que se da, y me la dieron en una ocasión, es que los tornos ya estaban cerrados y no se podía acceder. Negar a un socio entrar con su carnet en el minuto 70 de un partido por razones de seguridad, ¿tiene sentido?

Yo me siento dolido por el descenso, claro, aunque eso sabemos que puede pasar. La mayoría de los socios de equipos de futbol, salvo esos que quieren jugar ligas aparte, esos que llenan el campo y que atraen a hinchas chaqueteros que cantan el gol en nuestra contra, esos no bajan ni sienten este dolor; pero la mayoría de los otros socios (abonados) llevamos ese sufrimiento en la sangre y lo que también nos duele son esos otros tratos de gestión que no entendemos ni se nos explica.

Y ahora viviremos con la esperanza de cantar un nuevo ascenso de nuestro Granada CF, pues en efecto el equipo somos nosotros, nosotros somos el Granada CF. Y como siempre me decía mi padre, no te preocupes: ya subiremos.