Hasta el final

OPINIÓN GP | JAVIER RUIZ @sevennorth | LA COLUMNA DEL 5

Algunos se habían ido. Muchos quizá. Marcó el 2-2 el Almería, se levantaron y enfilaron las puertas del estadio, cogieron el Metro que llega —creo— justo al final del partido y se fueron sentados hasta sus casas; salieron los primeros del parking, sin colas. Tal vez el bramido del estadio cuando marcó Pedro los pilló oyendo la radio en el coche, esperando en la parada. ¿Sonreirían? ¿Compartirían la felicidad absurda y absoluta de los que nos quedamos en el estadio? ¿Les daría rabia perderse el gol o alegría la victoria de su equipo? ¿Serán —como uno de detrás— de los que le dicen a Ramos que se va a lesionar si corre o de los que animan hasta el final?

Voy leyendo “Número Cero” de Eco en el Metro y las preguntas del guardia jurado que finge cachearme al entrar me suenan conspiratorias, extrañas. ¿Será un agente infiltrado de un servicio secreto? Llego tarde. Miro con preocupación al nivel ultra de mi fondo y busco mi entrada intentando no equivocarme. Mi compañero de asiento también llega tarde, su padre se ríe de nosotros dos, su sonrisa dice que no sabemos distinguir lo importante. Estos niños llegan tarde. No van a aprender nunca.

El Granada juega con Kunde de mediocentro y una línea de cuatro por delante con Pedro y Machís en las bandas y los dos mediapuntas reconvertidos en interiores. Más toque y más juego que nunca y, durante un buen rato, el mejor fútbol de la temporada. Peña se asocia con Espinosa y lanzan a los extremos. Kunde toca y recupera y tapa y llega y en cada partido crece un poco más. Atrás, no se nota mucho que faltan los dos centrales titulares. Se suceden las jugadas con pase de la muerte o centro desde la línea de fondo y Joselu nunca llega. El buen juego pide un gol y el gol se resiste. Hasta el filo del descanso en el que Víctor aparece como delantero centro y caza un buen centro de Machís —¿el mejor otra vez o el mejor fue Peña?—. Justo antes del descanso, como debe ser.

¿Se le ha aplaudido a Lucas? Pregunto en el descanso. Unos sí y otros no. Siempre hay que aplaudir a los nuestros, pocos más nuestros que Lucas. Mi aplauso.

El descanso acaba y el Granada vuelve igual que se fue. Machís la coge en la posición del 10 y pensamos que va a hacer la de siempre y acelera, recorta a uno y la manda a la escuadra. La de siempre. Dos cero. Partido solucionado. Se suceden las jugadas del Granada y no llega el tercero. Y el equipo del Gran Lucas Alcaraz no se desentiende del partido. En el centro del campo del Granada se ven las fuerzas escasas y no hay cambios para el medio centro: no están ni Baena ni Montoro ni Alberto Martín. Atrás empezamos a echar de menos a Saunier y al Chico. Alcaraz —jugador— clava una falta en la escuadra. El Granada se descompone por el centro del campo y tiembla atrás. Oltra mueve ficha y quita a Peña y Machís y el equipo se acaba de hundir. La tragedia por anunciada no es menos terrible. Empate tras una falta lateral. Quedan tres minutos. Como el año pasado. Salimos de puestos de ascenso, nos caemos por debajo del sexto puesto. Abismo. Horror.

Y no.

Centra Kunde, Ramos toca —uno de los más pitados— Puertas peina —pitado por su ex-afición— y Pedro marca. Último minuto. A casa. Lo siento por los que os fuisteis antes de tiempo. ¿Oísteis como lo celebrábamos?

PD. En las redes, ese universo paralelo en el que nos leemos, se forjan amistades tan reales como las reales. Esta semana murió una amiga de Asturias. Esta crónica está dedicada a ti Mom, con todo mi cariño.

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